Puede que San Francisco mida menos de 130 kilómetros cuadrados y tenga una población que ni siquiera se acerca al millón, pero califica como una de las ciudades más grandes del mundo. Famosa por sus casas señoriales victorianas, los tranvías, una costa dinámica y un altísimo puente dorado, esta ciudad verdaderamente lo tiene todo. Con una cocina que marca tendencia y abarca desde restaurantes con estrellas Michelín hasta extravagantes camiones de comida rápida; la orquesta sinfónica, el ballet, el teatro y la ópera de fama mundial; además de las casi ilimitadas aventuras al aire libre, San Francisco se destaca como una ciudad de visita obligada en la lista de deseos de cualquier viajero.
Lo difícil puede ser decidir dónde ir primero. (Bueno, eso y empacar por el famoso clima impredecible de la ciudad) El Puente Golden Gate es uno de los lugares más icónicos de la ciudad; puede cruzar caminando o en bicicleta el arco hasta Marin Headlands. O quédese del lado de San Francisco y camine hasta el Palacio de Bellas Artes de San Francisco, el Presidio o Lands End, un campo de juegos escarpado y ventoso donde puede observar ballenas y visitar las ruinas de los Baños de Sutro.
Fisherman’s Wharf atrae con su onda marinear y sus increíbles restaurantes de mariscos; mire más allá del mar y verá otro fascinante destino que no debe perderse, la Isla de Alcatraz. Las bulliciosas plazas de Union Square y Ghirardelli Square ofrecen tiendas y otras excelentes opciones de restaurantes. El entramado de barrios y distritos de la ciudad, entre ellos, Mission District, Chinatown, North Beach, Haight-Ashbury, Nob Hill y tantos otros, ofrece distracciones de día y de noche.
A pesar de sus famosas montañas empinadas, es muy fácil recorrer San Francisco. Los ruidosos tranvías son preciados íconos y una forma práctica de viajar entre la costa y Union Square. Los tranvías históricos transitan por todo el Embarcadero con paradas en Fisherman’s Wharf, el Mercado del Ferry Building y Oracle Park, sede del equipo de béisbol de los Giants, que juega en las Grandes Ligas. Si desea un viaje simple y económico, busque una de las cientos de estaciones de bicicletas compartidas y súbase a una de Bay Wheels (o bicicleta ecológica).
El sistema de metro subterráneo BART le permite viajar en San Francisco y a las afueras. Las rutas del sur se dirigen al Aeropuerto Internacional de San Francisco y las del este a Berkeley, Oakland, Pleasanton y otras localidades. Y los autobuses locales MUNI de San Francisco recorren toda la ciudad.
Consejos de alguien que sabe: si planea visitar varias de las atracciones que puede cubrir, considere comprar un CityPASS; incluye entrada prepagada a la Academia de Ciencias de California; una Blue & Gold Fleet Bay Cruise Adventure; la posibilidad de elegir entre el Acuario de la Bahía o el Museo de la Familia de Walt Disney y la posibilidad de elegir entre The Exploratorium o el Zoológico y Jardín de San Francisco.
Otra opción económica es el ticket San Francisco C3, con el cual puede visitar tres atracciones. Elija entre las opciones del CityPASS mencionadas anteriormente más SFMoMA, Bay City Bike and Parkwide Bike Rentals y Young Museum + Legión de Honor.
Tanto el CityPASS como el ticket San Francisco C3 tienen una validez de 30 días.
