A sólo unos pasos de los juegos mecánicos y los bares-cafetería del muelle de Santa Mónica, justo debajo del carrusel del parque Pacific, se asienta esta modesta atracción que ofrece una ventana fascinante a la comunidad submarina de este famoso pueblo playero de Los Ángeles.
El Acuario del muelle de Santa Mónica se gestiona por un grupo medioambiental sin fin de lucro llamado Heal the Bay, y aloja 100 especies locales, desde la babosa marina borracha a las espeluznantes anguilas morenas. También le invita a poner manos a la obra mediante exposiciones y programas educativos diarios. Además, la entrada es gratuita para niños de 12 años o menores y a sólo $5 USD para adultos.
Manténte cerca, por ejemplo, del personal en la playa para recopilar datos de los cangrejos de arena. Mira a los (inofensivos) suños cornudos o esciliorrínidos en un tanque abierto, o un colorido mural para aprender acerca del viaje marino a través de la cuenca de las Montañas de Santa Mónica. Los niños pueden meter sus manos en las peceras interactivas para conocer mejor a los pepinos marinos, erizos de mar y los cangrejos ermitaños, o explorar la exposición de olas simuladas que muestra cómo las anémonas y peces jóvenes practican su versión del surf.
Visita el sitio web para saber de las actividades diarias, como el Microscopic Safari, en el que los niños pueden ver a través de lentes a los más pequeños habitantes de Santa Mónica.
Para otro divertido obsequio local, toma uno de los recorridos guiados a pie en el muelle, en el que se comparten divertidas historias sobre el muelle, incluida la de los orígenes en Santa Mónica de ese marinero de caricatura amante de las espinacas: Popeye.