Desde su majestuoso entorno ubicado en el extremo norte del puerto de Avalon, este impactante edificio circular se erige como un centinela que da la bienvenida desde poco antes de la Gran Depresión. Este majestuoso edificio Art Decó fue el sueño del magnate de la goma de mascar, William Wrigley Jr., quien compró una participación mayoritaria de Isla Catalina en 1919. Wrigley entendió que el casino constituía una manera de lanzar un hechizo mágico sobre todos los visitantes, como una forma de decirles: “miren, aquí está la belleza, la relajación y la diversión”, y también una vía de escape —al menos por un rato— para los tiempos difíciles que atravesaba el país.
"Wrigley entendió que el casino constituía una manera de lanzar un hechizo mágico sobre todos los visitantes..."
En su interior, Wrigley organizaba bailes y espectáculos espléndidos. Hoy la tradición continúa, y los invitados a los eventos anuales (muchos ataviados con atuendos de época) siguen bailando en el gran salón del casino, o ven películas de estreno en el teatro de la planta baja que está adornado con elaboradas pinturas. (Los viernes y sábados por la noche, asista una hora antes del show para presenciar un espectáculo en vivo con el impresionante órgano de tubos del teatro). Las caminatas guiadas también son una excursión obligada y permiten descubrir la historia de Avalon y su conexión con Hollywood. La excursión “Tras Bambalinas” permite espiar los camerinos que han estado cerrados durante 70 años y caminar sobre el escenario donde músicos famosos, como Benny Goodman, tocaron para admiradores embelesados.