Los niños pueden aprender sobre ciencia en la vida real: desde desenterrar fósiles hasta hacer burbujas y jardinería en el Children’s Discovery Museum de San José. Con solo ver en la ubicación ya nos hace pensar en Silicon Valley: el edificio característico de color morado está ubicado en el centro de Wozniak Way de San José (los vecinos locales lo conocen como “the Woz” y el nombre proviene del cofundador de Apple, Steve Wozniak).
El museo, que se inauguró en 1990, alberga cerca de 150 muestras: desde demostraciones clásicas hasta programas interactivos del mundo real y pensados para niños pequeños (aunque lo recomendado es que tengan edad ir a la escuela primaria). Comience visitando a Lupe, la réplica de un mamut lanudo cuyos fósiles auténticos fueron encontrados en Silicon Valley, luego, diríjase a los puntos de excavación cercanos para aprender de qué manera los arqueólogos buscan fósiles. En otras áreas, los niños pueden realizar trabajos artísticos, hacer burbujas gigantes con aros, jugar con gusanos para aprender sobre compostaje y explorar la mágica matemática de los círculos.
“Los padres aman las oportunidades que ofrece el museo para aprender en familia, ya sea ver quién puede crear la burbuja más grande, resolver investigaciones científicas en Mammoth Discovery o liberar una nube de niebla en WaterWays” explicó la directora de marketing y comunicaciones del museo, Cecilia Clark. Y, para reflejar la comunidad diversa de Silicon Valley, las exhibiciones cuentan con cartelería en tres idiomas: inglés, español y vietnamita. Además, no solo son actividades en un lugar cerrado. El espacio de aprendizaje al aire libre, Bill’s Backyard: Bridge to Nature que cubre dos hectáreas del museo, invita a que los niños se ensucien las manos, ya sea mientras excavan en la tierra y plantan semillas, trepan árboles o bombean agua de un sistema de captación de lluvia.
“Sin importar la habilidad, la edad o el acceso, los adultos aman que sus hijos puedan tomar el control para explorar en un espacio seguro, acogedor y enriquecedor”, exclamó Clark. Antes de ir, revise el calendario del museo para ver los próximos eventos. El momento de la colación también es agradable: el FoodShed del museo ofrece comidas poco procesadas (como estofados de garbanzos y kale, alas tailandesas a la barbacoa y tortas de manzanas autóctonas), todas con bajo contenido de azúcar y sin aditivos ni conservantes.