En una región conocida por sus vinos aclamados mundialmente, las cervezas artesanales no siempre vienen a la mente de manera natural. Bueno, ahora deberían, en especial en el condado de Sonoma. La primera parada es el atractivo pueblo de Petaluma, donde los maestros cerveceros de Lagunitas Brewing Company (ahora propiedad de Heineken) se han ganado una multitud de adeptos con sus opiniones radicales de tipos de cerveza tradicionales y mensajes irreverentes en su envase. Entenderá el porqué de esa legión de adeptos cuando visite la taberna que la empresa tiene en la ciudad; las variedades favoritas incluyen la clásica IPA, además de cervezas inglesas de malta como un Little Sumpin' Sumpin' y Hop Stoopid. Otro notable del condado de Sonoma es la Russian River Brewing, que sirve del barril 20 de sus variedades de cerveza, incluida la legendaria doble IPA Pliny the Elder, en su bar de Santa Rosa. (Prepárese para encontrar una multitud; esta variedad se ha convertido casi en algo de culto).
Algunas cervecerías quieren asegurarse de que no se vaya con hambre: Woodfour Brewing Company, en la bohemia y elegante Sebastopol, combina platos gourmet como guisantes “heirloom” y estofado de panceta de cerdo con sus propias cervezas. Guerneville’s Stumptown Brewery (busque el tanque de fermentación blanco gigante al frente) sirve tres de sus propias variedades, además de cervezas de invitados, cervezas inglesas de malta y cervezas negras de otras regiones del estado con cocina informal a la parrilla. En el ostentoso pero amigable Healdsburg, donde abundan las salas de cata de vinos, charle con vitivinicultores (sí, ellos beben cerveza) y otros lugareños en la Bear Republic Brewing Company. Levante su pinta en el cercano Valle de Napa, en la Napa Smith Brewery, también conocida por su vino de cebada “Grateful Dog”, y Tannery Bend Beerworks, ubicada en la histórica Tannery Row de Napa.