Tal vez hace tan solo unos 300 años, la lava fundida entró en contacto con las aguas subterráneas, la presión de vapor se acumuló bajo tierra y la tierra explotó en una erupción volcánica masiva. Cuando el polvo se asentó, quedó un cráter de media milla/0.8 kilómetros de ancho y 600 pies/183 metros de profundidad. Este colorido agujero en el suelo, con sus capas de suelo sedimentario a rayas, se puede observar fácilmente desde el sendero del parque, a solo 5 millas/8 kilómetros de Grapevine. Para contemplarlo más de cerca, camina por el sendero que lte lleva hasta el borde sudoeste del gigantesco cráter Ubehebe hasta llegar a varios cráteres más antiguos, que incluyen al Little Hebe. Estos cráteres son mucho más pequeños pero similares en apariencia, mayormente negros y de color ceniza, con paredes erosionadas que exhiben bandas de minerales en tonalidades rojizas y naranjas . Desde el borde elevado del Ubehebe, mira hacia el oeste para ver la cima encrespada de la llamada, Last Chance Range (cordillera de la última oportunidad).
Cráter Ubehebe
Cráter Ubehebe
Una caminata por el borde de un volcán no tan antiguo