Yosemite es bien conocido por ser una meca de los escaladores de roca, aunque hasta los más experimentados pueden acobardarse en un primer vistazo de las enormes paredes verticales del Valle Yosemite. Para recibir una lección práctica, inscríbete en la Escuela de montañismo y servicio de guías de Yosemite, que da seminarios y clases para escaladores principiantes, intermedios y avanzados desde mediados de abril hasta octubre, todos los años. Las clases son diarias en el Valle Yosemite y en Tuolumne Meadows; allí podrás rentar el equipo necesario.
Si, en cambio, prefieres ver a los escaladores de roca esforzarse, diríjete a El Capitán. Siéntate en una silla cómoda y contempla el rostro del gran Capitán para ver a los diminutos escaladores ascender por la ladera rocosa prácticamente vertical. Desde que se conquistó esta ladera rocosa de 3,593 pies/1,095 metros en la década de 1950, una sucesión de valientes escaladores han llegado poco a poco hacia la cima. La mayoría lo hace en un lapso de tres a cinco días; pasan la noche en las cornisas o atados a hamacas (busca la luz de sus linternas mientras se preparan para pasar la noche). Sin embargo, una nueva raza de escaladores rápidos y desvergonzados ha completado el ascenso hasta “La nariz”, una de las rutas de escalada más conocidas de El Capitán, en tan solo unas horas.