Descubre el lado natural de Palm Springs con una visita a estos oasis increíbles. Hogar de las densas plantaciones de palmeras abanico de California, estos cañones son lugares de extrema belleza y vida natural, con fauna silvestre que incluye al borrego cimarrón y el incesante canto de las aves con un murmullo de fondo, los arroyos que fluyen.
Cada uno de los cañones, todos ubicados dentro de la tierra tribal Agua Caliente Cahuilla en el lado oeste de Palm Springs, tiene su propio carácter distintivo. Uno de los más populares es el cañón Tahquitz; allí puedes unirte a una caminata guiada o caminar por tu cuenta hasta la base de una cascada de 60 pies/18 metros. (Ten presente que en años y estaciones secas es posible que la cascada no sea más que un hilo de agua). Es posible que los cinéfilos reconozcan estas cascadas como la entrada a Shangri-La en el clásico de Frank Capra de 1937 Lost Horizon. Relájate para contemplar el aleteo de los pájaros en la luz que se filtra; además, puedes seguir los senderos para disfrutar del arte rupestre aborigen. El centro para visitantes presenta exhibiciones y un corto video informativo, y destaca la cultura nativa de la región.
Los cañones Palm y Andreas ofrecen caminos para recorrer a pie que pasan por formaciones rocosas coloridas y por oasis de palmeras a orillas de un arroyo. El cañón Andreas tiene más de 150 especies de plantas dentro de un radio de media milla/tres cuartos de kilómetro; descubre cuántas especies pueden espiar a través del sendero serpenteante de 2 millas/3.2 km que sale del cañón Murray y vuelve a ingresar en él. El cañón se retuerce y gira, por lo que nunca se sabe qué encontrarás a la vuelta: acantilados rojos imponentes, palmeras abanico y cactus de barril que se hinchan después de las lluvias de primavera. Y al final del sendero, llega a las Siete Hermanas, una preciosa cascada aterrazada (el caudal varía según las precipitaciones y la estación).