La plaza Jack London Square, una atractiva área de uso mixto con vista al mar asentado en la orilla de la Bahía de San Francisco, en Oakland, ofrece diversión al aire libre con entretenimientos bajo techo. Algunas formas de pasar el día son comprar y comer entre los botes que se mecen en la marina, aprovechar algunas de las actividades acuáticas que se ofrecen o solo relajarse en las plazas amplias y llenas de palmeras.
Cuando el sol esté brillando a plenitud, reme en kayak por el Estuario Oakland adyacente, que despliega esplendor especial durante la migración de aves del otoño. También disfrutará del aspecto peculiar de las grúas del muelle que se usan para cargar buques y parecen extrañas criaturas. La leyenda urbana cuenta que las grúas inspiraron al cineasta local George Lucas para crear los siniestros AT-AT Walkers de la Guerra de las Galaxias; cierto o no, las grúas se parecen, en efecto, a los tanques escalofriantes de cuatro patas de la película.
Después del paseo en kayak, recorra la plaza; el sitio web cuenta con un buen mapa, para visitar las tiendas o descubra dos buques históricos: el Lightship Relief, un faro flotante que asistió en la navegación a lo largo de diversas líneas costeras de EE. UU. de 1951 a 1974, y el USS Potomac, el yate histórico del Presidente Franklin Delano Roosevelt (consulte por cruceros por la bahía). Cene en opciones tentadoras como Baia para degustar pastas orgánicas o disfrute del pastel de cangrejo benedict, a la hora del brunch, en Oakland Grill. Con vista al mar en la plaza, también se encuentran Plank, un restaurante y extenso patio cervecero donde puede jugar al bowling y a las bochas; Yoshi’s, un espacio musical y restaurante japonés que ha sido un pilar de la zona por casi medio siglo y sigue albergando importantes músicos de jazz y artistas de otros géneros. Un mercado agrícola una vez a la semana, los domingos, y el cine Regal Cinemas Jack London Stadium 9, le aportan un sabor barrial a la plaza Jack London Square.
La plaza recibió su nombre en honor al intrépido aventurero y autor de Call of the Wild y The Sea Wolf, libro supuestamente inspirado en un cuento fantástico que transmitían los pobladores rústicos que frecuentaban el legendario, y aún abierto, Heinhold’s First and Last Chance Saloon. Cerca de la entrada empinada al histórico abrevadero, las manecillas del reloj de pared se mantienen inmóviles desde el 18 de abril de 1906, momento en que un terremoto masivo azotó el Área de la Bahía, y sacudió tanto el edificio que el reloj dejó de funcionar. Puede que el tiempo se haya detenido, pero no el servicio, y bajar las escaleras de esta pequeña cabaña de madera se acerca mucho a saltar dentro de un agujero del tiempo: aquí brillan lámparas de gas del siglo XIX todas las noches e iluminan de manera oscilante fotografías y objetos de la Segunda Guerra Mundial, y una pequeña fotografía de un joven London sentado en una de las mesas del salón, adorna una pared. Acomódese y hable con el parroquiano sentado a su lado en la barra; nunca se sabe qué cuentos fantásticos escuchará.
Consejo de alguien que sabe: antes de visitar JLS, consulte el calendario de eventos para ver cuáles son los próximos eventos. Si viene desde San Francisco, puede tomar el San Francisco Bay Ferry directo hasta Jack London Square Terminal.
