Cuando se trata de ciudades, siempre es bueno agregar agua a la escena, un recreo visual del vidrio, el acero y la roca urbanos. Así sucede con esta joya cristalina. Alimentado por el Estuario Oakland adyacente, el Lago Merritt de agua salada es un lugar popular, y el sendero de 3.5 millas/5.6 km que circunda el lago siempre está lleno de residentes locales que corren antes de trabajar, que estiran las piernas en la hora del almuerzo o que disfrutan del “collar de luces” del lago, más de 4,000 focos de luz sobre 126 postes de alumbrado, que titilan al final del día.
El Lago Merritt también ostenta la distinción de haber sido designado en 1870, como el primer Refugio Nacional de Vida Silvestre de Estados Unidos, y aún hoy sigue siendo el hábitat de numerosas especies, en particular de aves migratorias durante el otoño. Alquila una canoa, un kayak o un bote de pedales en el Boating Center del Lago Merritt, en el histórico Sail Boat House, y lleva tu propia cuenta de las aves que encuentres, o verifica lo que crees haber visto en el Rotary Nature Center del lago. Otras diversiones incluyen Camron-Stanford House de 1876, un ejemplo imponente de las casas victorianas majestuosas que alguna vez tapizaron los alrededores del lago, y la colección de árboles bonsai en Lakeside Park Garden Center. Después de todo ese aire fresco, busca refugio bajo techo para disfrutar la primera función de una película en el fastuoso Teatro Grand Lake construido en 1926 (los shows de los viernes y sábados, en el auditorio principal, incluyen un concierto del órgano Wurlitzer del teatro).