Margaret Lindgren tuvo una carrera exitosa y una vida cómoda en el sur de California cuando, junto a su marido, comenzó a pasar sus vacaciones en la Costa de Sonoma.
“Sentíamos pasión por este lugar y esa pasión siempre resurgía, cada vez que veníamos. Cuando íbamos de visita, conducíamos al azar y nos deteníamos en enclaves y miradores pequeños, simplemente, para asimilar todo”, cuenta Margaret. “Y, cuando nos teníamos que irnos, me sentía muy desanimada”.
Con el tiempo, vendieron todo y se mudaron aquí. Desde 2007, la pareja ha vivido en The Sea Ranch en la Costa de Sonoma. “Mudarnos aquí fue la decisión correcta. Creo que cuando uno está en esta costa, se conecta con uno mismo a través de la conexión con el lugar. Uno realmente se convierte en la persona que sabe que es”.
Durante la última década, Lindgren dirigió Unbeaten Path Tours and Yoga, que ofrece caminatas guiadas y clases de yoga junto a la costa. Su excursión a pie más popular explora la arquitectura, los paisajes y la naturaleza de The Sea Ranch.
“El desarollo de The Sea Ranch jugó un rol importante en la creación de la California Coastal Commission”, agrega Lindgren. “Gracias a la Comisión contamos con todos estos puntos gratuitos de acceso público, a lo largo de la costa. Cuando está bien hecha, la arquitectura se presenta como una extensión del ambiente. The Sea Ranch es un ejemplo fantástico de eso”.
Las personas que visitan este tramo de la costa de California por primera vez quedan fascinadas con su belleza y amplias franjas de espacio abierto, manifiesta. “Se parece a la costa escocesa de California o a la costa norte de Nueva Inglaterra. Contamos con una carretera de dos carriles y enclaves rurales pequeños, como Mendocino y Bodega”.
En cada curva de la Highway 1, nos encontramos con diferentes obras de arte, explica Lindgren. “La expresión creativa constituye una gran parte de la vida de este lugar. Hay muchos artesanos habilidosos, ya sea que realizan obras en madera o metal, o elaboran vinos y comidas”.
La obra de arte más famosa de la región es una escultura de Benny Bufano, ubicada en un acantilado océanico en Timber Cove Resort. Con 28,35 metros de alto, “Peace Obelisk” fue el trabajo más grande del artista ítalo-americano. La escultura con forma de misil expresa el deseo de paz de Bufano.
Timber Cove también alberga uno de los centros gastronómicos favoritos de Lindgren. “Timber Cove tiene un escenario espectacular para disfrutar de una cena formal o, simplemente, de un desayuno agradable. En su restaurante Coast Kitchen, se sirve de todo, desde cocina informal hasta alta cocina. Todo es delicioso y, la mayoría de lo que se sirve, se cultiva localmente. La propiedad es increíble: tiene 10,11 hectáreas de vista costera”.
Aproximadamente, a 40 kilómetros al norte de Timber Cove, se encuentra Gualala, un pueblo costero que,según Lindgren, los visitantes deberían conocer. “Es una aldea chica, pero tiene muchas tiendas pequeñas, galerías y restaurantes. Para comprar ropa y obsequios nuevos y listos para la venta, me gusta ir a Red Stella. Tienen collares, ropa y zapatos hermosos, y muchos de los productos son hechos a mano. Para conseguir ofertas, hay una pequeña tienda de ropa fantástica que se llama Anabel's. Tiene cosas realmente buenas a precios atractivos para que cualquier persona pueda curiosear. Y The Gualala Arts Center tiene obras de arte, espectáculos y exhibiciones locales increíbles. Siempre podrá encontrar obras de arte maravillosas”.
Por último, Lindgrey comenta que, una vista a la costa de Sonoma y Mendocino es una oportunidad para reconectarse con la naturaleza. “No importa donde esté, podrá ver vida silvestre: aves costeras, ciervos, linces y, quizá, un zorro. Esta costa es un lugar en donde uno se siente que no está separado de nada. Estamos conectado a este organismo gigante al cual pertenecemos. En la costa del norte, todo gira en torno a la naturaleza y a estar al aire libre”.
CINCO FAVORITOS MÁS
A pesar de su entorno remoto, Lindgren se apresura a señalar que esta parte de California ofrece muchos lugares maravillosos para comer y explorar.
Panadería: en Stewarts Point Store, se encuentra Two Fish Baking Company. La tienda en sí es muy histórica; data aproximadamente del año 1868. Tienen todo tipo de obsequios pequeños e, incluso, penny candy. Uno vuelve a sentirse un niño cuando entra y mira alrededor. Two Fish está dentro de la tienda; allí, hornean panes espectaculares y preparan café caliente y bebidas basadas en espresso. Para almorzar, preparan bocadillos italianos que puede comprar para llevar. Incluso, tienen cerveza de barril, por lo que puede disfrutar de una cerveza y almorzar.
Playas: en Sea Ranch, contamos con senderos de acceso a la costa, públicos y gratuitos, que conducen a las playas. Algunas de ellas son Walk-on Beach, Shell Beach y Black Point Beach. Son todas hermosas, pero Black Point Beach es única. Tiene arena fina de basalto negro que, de hecho, es magnética. El basalto es un derivado de súpervolcanes de millones de años atrás. Realmente, es un tramo de costa impresionante, como alguna parte en Britanny, Francia.
Desayuno: en Gualala, Trinks Cafe prepara masas caseras, hot cakes, platos con huevo, pasteles y todo tipo de sándwiches caseros y comidas preparadas riquísimos. Sirven desayuno y almuerzo durante todo el día, y puede disfrutar de todo tipo de bebidas espresso. El café se encuentra en un lugar hermoso en la desembocadura de Gualala River. Puede cenar en Trinks y, luego, caminar por el pequeño sendero costero detrás del café que se extiende junto al río.
Apto para la familia: El Parque Histórico Estatal Fort Ross fue un próspero asentamiento ruso a principios de 1800. Las estructuras originales ya no están, pero algunas se reconstruyeron. Hay una capilla, empalizadas, barracas y fortines. El parque es fantástico para niños porque pueden observar las recreaciones de lo que era vivir en el fuerte durante la colonia rusa. El museo es un centro de aprendizaje maravilloso. Los niños pueden ver cómo es un esqueleto de un león marino. Conocer la sabiduría popular sobre las plantas. Ver grandes tótems tallados y artefactos de nativos estadounidenses. Fort Ross es fascinante para todas las edades.
Cena especial: con mi esposo, nos encanta ir a St. Orres. Es un lugar fantástico para disfrutar de una cena maravillosa, una comida elegante, pero causal. Recibirá alimentos cosechados de manera local, de muy buena calidad. Ofrecen un menú fijo con cuatro o cinco platillos y también tienen un menú de bar a la carta que es muy popular. Debe probar los ravioles de hongos silvestres durante la temporada de hongos o croquetas de cangrejo durante la temporada de cangrejos. El comedor tiene una arquitectura impresionante que, intrínsecamente, forma parte de esta costa. El techo alto abovedado representa la construcción de madera maciza de los asentamientos rusos de 1800.