“Nos vemos en la Third and Fairfax” se lee en el cartel de la entrada del The Original Farmers' Market de Los Ángeles. Los angelenos que más saben les dicen eso a sus amigos (y disfrutan todo el año del mercado) desde hace alrededor de 100 años. Visite la famosa intersección para explorar muchos sabores mundiales, tiendas de regalos sorprendentes y restaurantes increíbles, mientras experimenta la atmósfera llena de historia de esta ciudad dinámica.
Antes de que llegaran 100 vendedores y montaran sus tiendas entre los toldos verdes distintivos del mercado, el lugar se utilizaba para guardar ganado. Lo que comenzó como una granja de lácteos en 1880 se convirtió en campo petrolífero cuando el dueño encontró oro negro. Pero la ciudad de Los Ángeles creció y la extracción se volvió imposible. En 1934, los hacendados invitaron a los agricultores al área para vender productos frescos desde la parte de atrás de sus camiones. El concepto fue una buena idea y se unieron más mercaderes, así es como empezó The Original Farmers' Market.
Ahora una parte habitual del distrito Fairfax, el mercado está abierto todo el año, llueva o truene. Los lugareños, así como también los turistas visitan las largas filas de puestos separados por sillas y mesas plegables, en donde los comensales pueden disfrutar de la comida de los proveedores a su alrededor. Más de 500 trabajadores hablan un total de 23 idiomas (y esta diversidad se refleja en la comida). Pruebe el bife tipo churrasco en Pampas Grill, coma un dulce lleno de Nutella de The French Crepe Company o elija una empanada de las opciones más variadas de la ciudad en Nonna’s
Gracias a la larga historia del mercado, los proveedores individuales se han convertido en establecimientos muy queridos por derecho propio en Los Ángeles. Bennett’s Ice Cream ha ganado premios con sus sabores de helado, como el de Cabernet Sauvignon, desde 1963; Du-par’s sirve parvas de panqueques de suero de mantequilla desde 1938 y Marconda’s es el mercado de carne más antiguo de L.A., que se remonta a 1941. Kip’s Toyland, atendido por una familia, sigue vendiendo los clásicos juegos como el paddle ball, pinyexes y Sea-Monkeys que los angelinos disfrutan desde hace 75 años. Visite Littlejohn’s Candies para ver a los productores de dulces mientras fabrican caramelos a mano con la misma técnica que utilizan desde 1946.
Para una experiencia más enriquecedora, reserve una visita al Melting Pot para probar comida internacional de cualquier parte del mundo. Uno de los destinos de compras más famosos (y más fabulosos) de la ciudad, The Grove, está justo al lado del mercado y se puede llegar con un tranvía que circula entre los dos puntos.
