La Chef Alice Waters y su grupo de amigos idealistas no intentaron iniciar un movimiento cuando abrieron Chez Panisse en Berkeley, en 1971; solo querían hacer las cosas bien, lo que significaba utilizar ingredientes orgánicos, de temporada y obtenidos de forma sustentable. Es difícil abrir un menú sin encontrarse con las palabras de moda de hoy, pero no te equivoques: el icónico restaurante de Berkeley, que aún sigue creciendo, fue la primera chispa de la actual idea generalizada de vender alimentos súper frescos, bien locales y directos del productor a la mesa. Otros buenos ejemplos son las mesas comunitarias de Gather, también en Berkeley, o Farmshop (Larkspur) en el condado de Marin, Zazu (Sebastopol) en el condado de Sonoma, Farm House Inn & Restaurant (Forestville) y Terrapin Creek (Bodega Bay). También en el este de la bahía, Oakland ha surgido como un semillero de chefs y restaurantes innovadores, como Commis y Haven.
En San Francisco, es prácticamente imposible no comer bien. Allí hay opciones de restaurantes con óptimas calificaciones de Michelin, que van desde Atelier Crenn hasta Zuni Cafe. Encuentra algunos de los sitios de moda para comer sobre Valencia Street en el Distrito de la Misión, donde verás una enorme variedad de bares y restaurantes chic y casi todos los tipos de cocina internacional y, también, un increíble helado en Bi-Rite, Mitchell's o Cream. Los vecindarios de Little Italy y Jackson Square tienen más opciones maravillosas, como Bix y Quince con estrellas de Michelin.
El Valle de Napa no solo ofrece excelentes vinos, sino también comida de primer nivel. The French Laundry, de Thomas Keller en Yountville, cuenta con varias estrellas de la guía Michelin y vale la pena esforzarse para conseguir reservaciones, pero puedes tener buena suerte si eliges almorzar allí o si optas por el bistró de Keller en Bouchon. O prueba la comida con estilo familiar de Keller en Ad Hoc, también en Yountville. En Saint Helena, The Restaurant de tres estrellas en Meadowood ofrece platos impecables en el esplendor de la elegante tierra del vino, mientras que Press ofrece carnes locales y productos de sus propias granjas.
Pero con todas estas nuevas tendencias, todavía queda algo por decir sobre los clásicos de San Francisco: el pan agrio crujiente de Boudin (horneado por primera vez en 1849), el martini (que debutó en 1850), el café irlandés (perfeccionado en 1952 en el Buena Vista Café donde aún se sirve este café) y el eterno cangrejo Dungeness al vapor bañado en manteca derretida.