Camina por los 2,000 pies/609 metros de longitud del histórico muelle Stearns, que data del año 1873, y recibirás una recompensa agradable: la oportunidad de disfrutar frutos de mar de primera calidad en un ambiente nada pretencioso, que da la bienvenida a todos. En un edificio que, originalmente, albergaba una estación de compra de mariscos recolectados en la localidad, el Santa Barbara Shellfish Company se yergue como un favorito local desde hace tiempo, lleno de boyas para langostas que cuelgan de la línea del tejado.
Si es un día soleado, como casi todos los días en Santa Bárbara, ocupa una mesa al aire libre en la plataforma y contempla la puesta de sol sobre las montañas del oeste (el muelle de Santa Bárbara mira al sur). O instálate en el interior para ocupar un asiento en el mostrador, donde puedes observar a los chefs en acción, a medida que los sartenes flamean y el aroma de las vieiras fritas invade el restaurante. Recorre los pizarrones con los menús para buscar platos especiales o prueba con los favoritos de estación, como cangrejo Dungeness fresco local o langosta espinosa.
