Llamada “la calle principal del Valle de Napa”, el centro del adorable pueblo de la región del vino de St. Helena está llena de pequeñas tiendas, galerías de arte y preciosos cafés ubicados en edificios históricos. Es agradable caminar dentro de su núcleo principal de media milla de largo, para explorar tiendas gourmet, boutiques de moda y dulcerías (prueba losmendiants, pequeños discos de chocolates con nueces y frutas secas, de Woodhouse Chocolate).
El centro de Santa Helena está rodeado de bodegas, como la emblemática Merryvale Vineyards, que fue la primera bodega en el valle que abrió después de la derogación de la Prohibición en 1933. La Bodega Clif Family; sí, los mismos dueños de la compañía de barras energéticas,ofrece catas de vinos de producción limitada, al igual que maridajes de vinos y alimentos, y la opción más casual del camión de alimentos Clif Family Bruschetteria. Otra buena parada es Hall Wines, que presenta espectaculares y vanguardistas muestras de arte, esculturas y una sala de degustación en una “casa de cristal”. (No olvides saludar a la mascota Bunny Foo Foo, un conejo de acero inoxidable de 10,6 metros a la entrada de la bodega.)
El reducido centro aloja el Harvest Inn del que se desprende el restaurante contemporáneo Harvest Table. En el extremo norte del pueblo, en el magnífico Restaurant at Meadowood, puedes disfrutar de una sofisticada comida con tres estrellas Michelin o verificar el programa del restaurante manejado por estudiantes de Napa Valley Cooking School para disfrutar de una comida cocinada por incipientes chefs de la pequeña pero ilustre institución.
Una grandiosa parada entre comidas y degustaciones de vinos es: el Museo Robert Louis Stevenson, junto a la biblioteca local. En 1880, el futuro autor de La isla del tesoro se encontraba en la zona en su luna de miel, y encontró una choza abandonada en Silverado, en ese entonces un remoto pueblo minero fantasma en el Monte Santa Helena. Sin dinero, vivió allí con su esposa por varias semanas. En 1883, publicó una memoria de su estadía, Los colonos de Silverado. En la actualidad, muchos de sus artefactos se encuentran en exhibición en el museo. También puedes hacer ejercicio mientras visitas el Parque Estatal Robert Louis Stevenson; un sendero de ocho kilómetros que atraviesa el accidentado terreno hasta la cima de Mt. St. Helena te llevará hasta un mirador desde donde se puede ver gran parte del área de la Bahía de San Francisco.