Una estadía en la tierra del vino en California virtualmente garantiza que tenga como resultado un paladar satisfecho, pero también es importante encontrar el lugar adecuado para alojarse. Con su gran variedad de paisajes, el condado de Sonoma ofrece alojamientos que comprenden desde los complejos turísticos de lujo a los pintorescos B&B, todos enmarcados en un entorno espectacular. Preste atención a estos, enumerados más o menos de norte a sur.
A 112,6 kilómetros de San Francisco, Healdsburg es el hogar de Madrona Manor, una histórica mansión victoriana de 1881 renovada con suites lujosas, cenas con estrellas Michelin y servicio suntuoso; todo acorde a su entorno de 3.2 hectáreas de jardines ingleses y laderas boscosas. Desayune un bufé gourmet en el salón de la propiedad siempre que pueda abandonar su habitación con antigüedades, colchones pillow-top y ropa de cama suave como una pluma.
Si es más de su estilo un B&B histórico y pintoresco o una cabaña privada, se sentirá de maravilla entre las viñas a las afueras de Healdsburg, en lugares como el Raford Inn, una plantación victoriana de 1880 en la que se sirve suflé de tostada francesa relleno, y las noches transcurren con degustaciones de cortesía de vino de las viñas circundantes.
Los tratamientos en Farmhouse Inn de Forestville utilizan hierbas y manzanas de sidra cultivadas en el mismo complejo turístico.
A unos 19 kilómetros al sur, el Farmhouse Inn and Restaurant de Forestville ofrece una deslumbrante mezcla de hermosas habitaciones para huéspedes y un restaurante con comida fresca de granja y estrellas Michelin. Su spa de inspiración estacional utiliza aceites para masaje enriquecidos con hierbas y manzanas cultivadas en la misma posada.
O tal vez sienta el llamado del océano, en cuyo caso Bodega Bay Lodge es una buena elección, ya que es el único hotel de cuatro diamantes AAA en la costa de Sonoma. La posición elevada, a unos 53 kilómetros de Forestville, ofrece un escape de lujo en cómodas habitaciones con chimeneas, edredones de pluma y balcones privados para admirar las estrellas. Y también planee su tiempo para cenar en el Drakes Sonoma Coast Cuisine (los mariscos del menú vienen del mismo brillante océano al otro lado de las ventanas). O consiéntase con un tratamiento de spa inspirado en el mar, como el masaje en que se utilizan conchas de almejas tigre.
Unos 37 kilómetros hacia el continente, enVintners Inn, Santa Rosa, un hotel de 78 habitaciones ubicado entre 37,2 hectáreas de campos de cultivo en Sonoma, los huéspedes pueden deleitarse con tratamientos de spa y recorrer 3,2 kilómetros de senderos. Y a corta distancia hacia el este, en el Landmark Vineyards Cottage en Kenwood, hay dos casitas privadas en el límite de los viñedos para elegir y, por fortuna, ambas dominan un galardonado viñedo en las laderas de las montañas Mayacamas.
Otro notable retiro a menos de 16 kilómetros por la ruta es el Fairmont Sonoma Mission Inn Spa, con sus 3716 metros cuadrados construidos sobre una fuente termal subterránea natural.
