Quizá, no espere que un chef formado en pastelería francesa sea propietario de un café completamente vegano, pero así fue como comenzó Terrance Thibodeaux.
“Fui a una escuela culinaria para aprender sobre comida francesa, especialmente, pastelería. Esa es mi pasión, la pastelería. Nunca planifiqué tener un restaurante, y menos un restaurante vegano”, afirma Thibodeaux.
Thibodeaux, de 39 años, creció en Inland Empire, luego, se mudó a Phoenix para asistir a una escuela culinaria. Después de conocer a su esposa, Shiloh, la pareja se estableció en San Bernardino, un pueblo famoso por su ubicación en la Ruta 66.
“Con mi esposa, se nos ocurrió la idea de nuestro restaurante debido a que no había muchas opciones de comida saludable en San Bernardino. No había buenas opciones para las personas que querían comer bien. Queríamos traer comida verdaderamente fresca y nutritiva a la ciudad”, cuenta.
En 2016, los Thibodeaux abrieron una tienda con bar de jugos y licuados de frutas. Cuatro años más tarde, abrieron un restaurante más grande, Cafe Organix, que sirve hamburguesas veganas, desayunos, nachos, ensaladas, licuados de frutas y jugos, además de bebidas espresso y helado suave vegano.
“La mayoría de nuestros clientes no son veganos. Hacemos comidas veganas para personas que no son veganas. Son comidas muy familiares que se ajustan o adaptan a cualquier persona. El sabor no está lejos del sabor que se encuentra en una proteína normal”, amplía. “Uno de nuestros productos más populares es nuestra hamburguesa para desayuno. Se sirve en un pan brioche con huevo vegano y salchicha Beyond. Lo que la hace tan buena es la salsa que le ponemos, es deliciosa”.
Su restaurante puede ser innovador, pero Thibodeaux también aprecia la comida de la vieja escuela: cuando vienen de visita a la ciudad, los llevo al McDonald's Museum en E Street, en San Bernardino. Está en el sitio del primer restaurante McDonald's. Siempre hay algo nuevo para ver, ya sea un juguete nuevo que hayan agregado a la exhibición, empaques de alimentos o uniformes de McDonald's. Es genial porque de niño, todos tenían un juguete de McDonald's. Las personas se emocionan mientras caminan y miran los juguetes y dicen: “Oh, yo tenía ese”. El museo tiene más que solo la historia de McDonald's, también explica la historia de San Bernardino. Es uno de mis lugares favoritos”.
Para romper con el ajetreo incesante de administrar un restaurante, Thibodeaux y Shiloh hacen viajes a las montañas cubiertas de pinos que descuellan por encima de San Bernardino. “Somos afortunados por tener amigos que viven en Big Bear Lake. Subimos allí para caminar por los senderos. Está muy cerca, pero está a un mundo de distancia de la ciudad. Uno siempre está cerca del agua y los senderos tienen vistas fantásticas”.
La pareja también disfruta el centro de Riverside para explorar, recorrer bares y mirar gente. “Es un lugar fantástico para pasear o pasar el rato. Parece que siempre hay un evento en el centro de la ciudad, ya sea el Festival de las Luces, el Festival del Tamal u otra cosa”, dice Thibodeaux.
Para el brunch, el almuerzo o las reuniones con socios comerciales, se dirigen a Mission Inn en Riverside, un edificio estilo Revival de la Misión de una cuadra de largo con espectaculares arcos, patios y arbotantes. “Nos gusta sentarnos afuera en su patio”, dice. “La comida es deliciosa, el servicio es fantástico, los alrededores son hermosos. Y sus mimosas son para morirse”.
LOS CINCO MÁS FAVORITOS
Cuando visite Inland Empire, Thibodeaux recomienda que no se pierda estos sitios:
Tacos increíbles: “si alguien quiere comer tacos, les digo que vayan a Mariscos Kikas en San Bernardino. Hacen comida mexicana al estilo costeño, desde ceviche hasta camarones y pulpo, y tienen tortillas caseras. Sus especiales de Taco Tuesday son muy populares. Mi favorito es el burrito de machaca para el desayuno, que está literalmente lleno de todo: huevos, carne picada, pimientos, arroz, frijoles. Es un verdadero burrito jugoso”.
Pasee por el vecindario y haga compras: “la ciudad universitaria de Claremont es conocida por ser la 'Ciudad de los árboles y los doctorados'. Es una ciudad relajada para pasear, la mayoría de los restaurantes tienen mesas al aire libre y las tiendas en Claremont Village tienen algo para cada uno. Si desea comprar en Birkenstocks, un vestido nuevo o chocolates caseros, el pueblo tiene de todo. Si desea comprar un disco de vinilo, vaya a Rhino Records. También está Folk Music Center, en donde puede comprar una mandolina, un banjo o un ukelele. Por la tarde, puede ver el espectáculo de duelo de pianos en PianoPiano”.
Mercados agrícolas: “el centro de Redlands tiene un fantástico mercado agrícola que abre los sábados a la mañana. Es un mercado certificado con vendedores que venden frutas y verduras frescas, huevos, aceite de oliva, panes, pasteles, quesos, tés y todo tipo de comida fantástica. Es un mercado enorme. Cualquier cosa que esté buscando, podrá encontrarla allí. Riverside también tiene un fantástico mercado agrícola justo al lado de Mission Inn, los sábados a la mañana. Suele haber música en vivo y los puestos tienen tamales, guacamole, miel local y flores frescas, así como frutas y verduras frescas”.
Escapada familiar: “las familias indudablemente deberían ir a la montaña, hasta Forest Falls. El viaje dura aproximadamente 30 minutos desde San Bernardino. Es ideal para niños y personas de cualquier edad porque es muy fácil llegar hasta allí y disfrutar del aire fresco de la montaña, de la sombra de los pinos y abetos. El arroyo siempre trae agua, y es un lugar genial para hacer un pícnic o una caminata”.
Lugar para comer pizza: “nos encanta Pizza King en E Street, en San Bernardino. La propietaria es la persona más amable. Cuando nos mudamos aquí, ella nos daba de comer todos los días. Durante, aproximadamente, dos meses, todo lo que comí fue su ensalada y su pizza de pepperoni, que es muy simple y deliciosa. Es una pizza de corteza gruesa y ella hace la masa fresca todos los días”.