Maravillas naturales

En su corazón, Santa Cruz es un pueblo de surf. En este lugar se introdujo por primera vez el deporte en California y los surfistas saben que el lugar ideal es Steamer Lane. En la ciudad, uno todavía puede percibir la influencia del difunto residente, Jack O’Neill, el legendario surfista y pionero del traje de neopreno. Compra en cualquiera de las tres tiendas de surf de O’Neill en el área; una está a tan unos pasos de Cowell Beach.

En la colorida Santa Cruz Beach Boardwalk, ubicada junto a la playa, los paseos, los juegos y la música deleitan a los visitantes. Este destino popular es un ritual veraniego para innumerables familias, una manera maravillosa de relajarse y jugar al igual que los sonrientes residentes locales. Si bien hay muchas atracciones en la pasarela, la que se destaca es Giant Dipper. La montaña rusa de madera abrió en 1924 y ha generado gritos y chillidos por décadas. El muelle también tiene la torre Double Shot de 38 metros de altura para los amantes de la adrenalina, y los pequeños disfrutarán del carrusel que fue restaurado en 1911.

A 14 kilómetros al sur de Santa Cruz, en la villa de Aptos, se encuentra el Parque Estatal del Bosque de Nisene Marks. Allí los caminos para senderismo y ciclismo se abren paso entre el bosque de secuoyas y abetos en su segundo período de crecimiento de Douglas. Puedes caminar por Aptos Creek o mojarte los pies al cruzar varios arroyos camino a Maple Falls en temporada de lluvias. Cuando estés listo para dejar atrás estos bosques umbríos y quieras un poco de sol, Sunset State Beach se encuentra a tan solo 16 kilómetros y está rodeada de campos agrícolas. Sus extensos 5 kilómetros de playa de arena suave y dunas son una invitación para surfistas, pescadores y caminantes.

A mitad de camino entre Santa Cruz y Monterey, la Carretera 1 rodea la aldea de Moss Landing. Esta población, que se encuentra junto a la bahía, es un concurrido puerto pesquero rodeado de galerías de arte casero y restaurantes de mariscos. Al otro lado de la carretera, una enorme central eléctrica a vapor se eleva sobre las vías fluviales y los estuarios de Elkhorn Slough, el tramo más grande de lagunas de marea en las afueras de San Francisco. Aquí se produce un increíble espectáculo de vida silvestre: este es el lugar más confiable de California para observar nutrias marinas alimentarse, dormir, jugar y cuidar de sus crías. Camina por el puerto de Moss Landing y podrás ver a las criaturas peludas aparecer entre los barcos de pesca. Estaciona tu auto en el estacionamiento principal de la playa estatal Moss Landing (al lado de Jetty Road), camina hacia su bahía protegida y probablemente veas decenas de ellas, particularmente nutrias machos acurrucados en "grupos". Las nutrias atraen mucho la atención, pero hay seres de la vida silvestre mucho más grandes para ver: Sanctuary Cruises ofrece viajes para ver ballenas grises y orcas en invierno y primavera, y ballenas jorobadas y azules en verano.

Hogar de acantilados y riscos formados por un volcán antiguo, el Parque Nacional Pinnacles atrae a escaladores de roca, senderistas, observadores de aves y fanáticos de las flores silvestres a un parque de rocas y torres barnizadas de color oro. El ochenta por ciento del parque es tierra salvaje, que solo se puede explorar a pie. Encienda su linterna o farol para iluminar su camino a través de las cavernas Talus similares a túneles, en Bear Gulch. Tendrád que escurrirte por grietas en la roca y retorcerte por pasadizos estrechos, para luego salir a la luz del día. También puedes pasear por High Peaks, un grupo de rocas, picos y torres ubicados como si fueran un laberinto. Desde el punto alto del camino, puede avistar los magníficos cóndores de California que vuelan en lo alto, y la extensión de sus alas, que cuando se estiran, alcanza un poco más de 3 metros.

La entrada de Ash Mountain, en el Parque Nacional de las Secuoyas, está localizada en el pequeño pueblo de Three Rivers y ofrece un camino rápido y sinuoso hacia el impresionante Bosque Gigante de secuoyas. Sigue el camino de las 130 curvas y los 12 altibajos de la carretera general, y habrás llegado a la vía rápida hacia el árbol General Sherman, el árbol viviente de mayor volumen. Una vez allí, desciende de tu vehículo y camina. Esa es la única manera de poder percatarse del enorme tamaño y la real belleza de las secuoyas. Saluda al General Sherman y luego sigue por el tranquilo Congress Trail, donde crecen cientos de árboles colosales. Luego de quedarte completamente asombrado por estos antiguos gigantes, sube los 360 escalones de Moro Rock. Hasta los niños pequeños pueden llegar a la cima de este acantilado de granito desde donde se tiene una vista panorámica de la serrada Great Western Divide. Para la cena, ve a Wuksachi Lodge, en el parque. En el comedor con paredes de vidrio en The Peaks, cada mesa tiene vistas a un bosque de abetos y a la cresta Silliman.